Oh! my Venus

jueves, 19 de mayo de 2016



Sí, sí, ya lo sé, estoy a tope con los Coreanos, pero qué queréis que os diga, ahora mismo son mi debilidad, quitando el maratón que me estoy pegando de Breaking Bad, lo que más estoy viendo son doramas.

Si buscáis por internet, el resumen de Oh my venus! sería algo así: Kim Young Ho (So Ji Sub) es un entrenador personal para las estrellas de Hollywood. A pesar de que viene de una familia rica, pasó gran parte de su infancia en el hospital. Ahora, él supera sus problemas con paciencia y obstinación aunque su cuerpo sigue recordando el dolor del pasado. 

Kang Joo Eun (Shin Min Ah) es abogada de 33 años de edad. Ella ha luchado por mantener a su familia. Ahora, Kang Joo Eun tiene sobrepeso y no es tan atractiva como en su juventud.

Me entendeis ¿Verdad? *babas*
Tenía muuuchas ganas de ver este dorama, la verdad, ya que estoy completamente enamorada del actor So Ji Sub desde que le vi en las películas Always y en A Company men, pero lo he ido dejando porque no quería decepcionarme, tenía miedo de otro final desastroso, pero ¡¡sorpresa!! Este dorama es completamente perfecto, de principio a final PER-FEC-TO (vale, igual me he venido arriba un poco, pero es que estoy in love con todos los actores).

Kin Young Ho (mi amado So Ji Sub) tiene una obsesión con la salud, la gente que está en peligro y los necesitados. Quizás porque la mayoría de su infancia ha sido un niño débil y con problemas de salud, ahora es un adulto que dedica su vida al cuerpo. Estudió medicina y se dedica a entrenar a famosos. Tiene una relación especial con Jang Joon Sung “la serpiente coreana”, un luchador al que entrena y su “coach” y amigo Kim Ji Woong (este personaje es mi favorito, taaaaaan adorable y divertido). Es imposible no enamorarse de estos dos personajes, uno, el luchador, tan serio, con una vida demasiado dura, pero tan tierno y leal y el otro, Kin Ji Woong, tan divertido, extrovertido y cariñoso. Son como el ying y el yang.

¡¡Es que son taaaaaaaaaaan monos!
Nuestra protagonista, Kang Joo Eun, es A-DO-RA-BLE. Ella era una chica guapísima y delgadísima en su juventud que se enamora perdidamente de un nadador. Juntos pasan 15 años de su vida hasta que ya de adultos, ella con sobrepeso y problemas de autoestima y el, más raro que nunca, terminan rompiendo.

Ahora su exnovio está con su amiga de la infancia, que antes era gorda y ahora es delgada…¡¡¡las tornas se cambian!!.

¡¡Yo quiero hacerle el mismo placaje!!
Por cosas de ¿el destino? Kang Joo Eun conoce a Kin Young Ho y tras una serie de desafortunados encuentros, termina siendo su entrenador personal.

¡¡Menudo trío!!
Entre los dos surgirá una relación que irá mucho más allá de la meramente profesional, porque ¿quién puede resistirse a la venus de Daego? La relación de ella con el entrenador y con sus dos amigos es tan genial, con tan buenos y divertidos momentos, que la mayoría de las veces acabas riendo a carcajadas y con el corazón derretidito.

Muchas cosas van a tener que superar, porque la vida del Sr. Entrenador no ha sido ni va a ser fácil, pero os aseguro que disfrutareis hasta de las adversidades a las que se tendrán que enfrentar (¡¡¡que llorera con esta pareja!!). 

Yo así entrenaría día y noche
Sin duda me gusta especialmente la química que hay entre los protagonistas y lo divertido que es verla a ella intentando seducirle para que se acuesten. Otra cosa a destacar, es que obviamente la relación amorosa es mucho más adulta y desinhibida, por lo que tenemos más momentos de besos, arrumacos y cama (light, siempre, light).

Lo único que me ha dejado un poco fría es las dos parejas secundarias, la verdad, no es que me hayan enamorado mucho, pero bueno…

En definitiva, si queréis ver un gran dorama de comedia romántica, sin duda este es de los mejores que he visto hasta la fecha, incluido un final redondo. ¡¡RE-CO-MEN-DA-DI-SI-MO!!.


Cristina Pedroche y otros linchamientos publicos

viernes, 13 de mayo de 2016



Hoy no voy a hacer ni una reseña ni nada por el estilo, hoy me quema por dentro un pensamiento y mis dedos están que echan fuego, así que voy a dejar salir lo que llevo dentro, que al fin y al cabo, dicen que no es bueno guardarse las cosas.

Como premisa diré que no soporto a Cristina Pedroche. No me cae bien. Punto. Pero que no sea santo de mi devoción no significa que me vuelva ciega ante el linchamiento público al que se le está sometiendo. 

Huelga decir que tampoco comparto sus afirmaciones sobre su vida amorosa, pero ahí está el punto ¿acaso debo compartirlas? ¿no se trata de sus sentimientos? Los sentimientos son propios, inherentes al ser humano y cada uno los expresa a su manera y los siente de maneras diferentes. Ella está viviendo un amor loco y apasionado, de esos es los que tu pareja pasa a ser el centro de tu universo. Acabará bien o acabará mal, el tiempo lo dirá, aunque la historia y el sentido común jueguen en su contra, yo nunca he sido de adivinar ni de apostar, así que dejemos que sea lo que tenga que ser.

Pero ¿de verdad sus declaraciones son un insulto a la liberación femenina? ¿Acaso la liberación femenina no significa ser nosotras mismas, poder decidir y hacer lo que queremos en igualdad de condiciones? ¿Que Cristina Pedroche diga esas cosas nos hace volver a las cavernas? ¿Las adolescentes en tropel copiaran su comportamiento y eso llevara aparejado que….? En serio ¿Qué? ¿Qué las peguen? ¿Qué permitan que los hombres las digan lo que tengan que hacer? ¿Acaso de verdad Cristina Pedroche ha promulgado un mensaje que promueve la violencia de género? Podremos pensar que demasiado fuego no va a terminar bien, que se está volviendo codependiente y mil cosas más, pero, de verdad ¿su mensaje es tan insultante que hasta Nuria Roca deba hacer un absurdo editorial tirándola de las orejas y millones de mujeres se dediquen a insultarla en las redes sociales? ¿De verdad promovemos un estandarte de feminismo tan terrible en el que millones de mujeres se dedican a denostar, insultar y menospreciar a la presentadora por estar enamorada? ¿De verdad tiene que recibir también insultos por, en su libertad de decisión, tatuarse la cara de su esposo? Yo no lo haría, cierto, pero tampoco voy a condenar a alguien por hacer con su cuerpo lo que le de la real gana. Podemos opinar, cierto, es un personaje público, pero ¿hasta qué punto eso justifica un linchamiento?.  Entendería esto si ella hubiera dicho que dejaba su vida para quedarse en casa porque David le ha dicho que es donde tiene que estar. Pero ella sigue trabajando, poniéndose vestidos donde enseña hasta los riñones, viajando, riendo….sigue siendo ella. ¿Cuál es el problema? ¿Qué clase de mensaje está dando a las generaciones venideras? ¿Qué debemos temer de Cristina Pedroche? Y sobre todo ¿Cuándo se ha vuelto tan influente e importante en la vida de todos los españoles? ¿Debería presentarse a las elecciones dado su gran poder en este, nuestra sociedad?.


En serio, estamos en una sociedad en la que se nos llena la boca con la igualdad, el respeto y la educación, lo pedimos, lo exigimos, pero luego solo tienes que darte un paseo por las redes sociales para ver que los valores quedan diluidos entre juicios de valor, insultos, menosprecio y autentico acoso cibernético, tanto a famosos como a anónimos.

Nos llevamos las manos a la cabeza cuando oímos hablar de acoso escolar, pero nos reímos a carcajadas, insultamos y menospreciamos a gente anónima que vemos en los post que cuelga Cabronazi en facebook haciendo el tonto o nos reímos con youtubers como Auronplay.  ¿De verdad esperamos que los niños no aprendan ese tipo de comportamientos que promulgamos los adultos? Daros una vuelta por Facebook, instagram o twitter y decirme si la educación y el respecto no es algo anecdótico en la mayoría de las publicaciones de famosos y no tan famosos.

A Cristina Pedroche se la ha llamado gorda, la foca de Vallecas ¿en serio? ¡¡Incluidas millones de mujeres que se pasean por su instagram para vomitar su baja autoestima en forma de insultos a su físico!! ¿Eso no es más preocupante? ¿De verdad no es más preocupante que se critique el físico de las mujeres a todas horas? ¿Por qué las presentadoras deben ser auténticas diosas cuando no se exige lo mismo a los presentadores masculinos? ¿No os dais cuenta de que esa presión nos la trasmitis a las mujeres de a píe que acabamos haciendo eternas dietas para llegar a standars irreales?. ¿Por qué no luchamos por lo que de verdad importa?.

Sinceramente, me preocupan mucho más programas  como Mujeres Hombre y Viceversa o Sálvame donde se critica que Chavelita tenga un novio más guapo que ella, porque todos sabemos que si eres fea, te mereces un novio feo (¿¿WTF??), me preocupa que los libros como After o besos entre líneas sean un éxito de ventas entre los jóvenes (En serio Nuria Roca, estos libros sí deberían preocuparte), me preocupa que desde MarterChef España se sigan perpetuando determinados comportamientos machistas, me preocupa que las presentadoras femeninas tengas que cumplir con cánones trogloditas, me preocupa que siga habiendo más hombres en puestos importante del sector televisivo y audiovisual (y en todos en general), me preocupa que no se luche por una conciliación de la vida familiar y laboral y que las famosas estén sometidas a la presión de después del embarazo estar divinas y volver al trabajo como si no hubiera pasa nada, haciéndonos sentir terribles al resto de los mortales, y me preocupa enormemente que las mujeres seamos las que más insultamos a las famosas en las redes sociales y a las no famosas. 

Me preocupan muchas cosas en esta vida, pero desde luego, no me preocupa que Cristina Pedroche este enamorada como una colegiala de su marido, llamadme loca, pero creo que hay cosas más preocupantes en este mundo. Y si ella opina que querrá más a su marido que a sus hijos, que lo opine, todavía no ha sido madre, dejadla que cometa sus propios errores, el tiempo debe ser su juez y maestro, no nosotros desde el anonimato de nuestros teclados.

Y en cuanto al otro linchamiento público: En esta semana Úrsula Cordero ha sido el centro de atención por unas declaraciones en las que, sin intención de herir a nadie, habló de su época alocada de Física o Química, donde todos vivían su sexualidad sin tapujos. Pues bien, parece ser que las mujeres que disfrutan del sexo y hablan de ello sin tapujos deben ser menospreciadas, juzgadas y denostadas por ¡¡otras mujeres!!!. Sí, si os dais un paseo por las redes sociales veréis que la mayoría de piedras provienen de mujeres, que se convierten en juezas improvisadas mucho más duras que los hombres que condenaban a la hoguera a las supuestas brujas en los juicios de Salem. Si por muchas mujeres fuera, hoy en día volvía la inquisición. Esto me parece terrible. TERRIBLE.

Recordad que si queremos igualdad y respecto, debemos empezar por incorporar estos valores a nuestro día a día. Si queréis respeto, respetar, si queréis igualdad, dadla, que no quede en papel mojado todo por lo que nuestros antepasados han luchado y todo por lo que seguimos luchando.



La novia

miércoles, 11 de mayo de 2016



“Leonardo (Álex García), El Novio (Asier Etxeandia) y La Novia (Inma Cuesta) son desde niños un triángulo inseparable, pero Leonardo y La Novia poseen un hilo invisible, feroz, imposible de romper. Pasan los años y ella, angustiada, se prepara para su boda con El Novio, en medio del desierto blanco donde vive con su padre. El día anterior a la ceremonia, llama a su puerta una Mendiga que le ofrece un consejo: "No te cases si no le amas", y también un regalo: dos puñales de cristal. Un escalofrío recorre el alma y el cuerpo de La Novia.

La tensión es cada vez es mayor, La novia se siente cada vez más inquieta, debe casarse con su novio, pero al que de verdad desea es a Leonardo, que, además, está casado. Una trágica historia de amor, una lucha del deseo contra el deber, de lo que se tiene que hacer para mantener la decencia contra lo que de verdad se desea hacer.”

Yo de joven era una enamorada de la literatura de Federico Garcia Lorca, Romancero Gitano era mi libro de cabecera, que leía una y otra y otra vez. Por eso, cuando supe de esta película me entraron unas ansias locas por verla, ya que se basa en su obra de teatro Bodas de Sangre.

Si conocéis la obra, sabréis que tiene todos los elementos típicos de la obra de Lorca, caballos, navajas, reyertas y drama, mucho drama. No en vano se llama Bodas de Sangre.

La Novia es de esas películas que se te meten en la piel, que se quedan grabadas en la memoria evocando una y otra vez determinadas escenas, como en la que una grandiosa Inma Cuesta canta la tarara.

Es una película gravada con tal sensibilidad que se convierte en una obra de arte a los sentidos. La música y las imágenes juegan un papel fundamental, convirtiendo cada fotograma en puro arte.

Sin duda decir que me ha gustado es quedarme corta, porque La Novia es mucho más que una mera película, no es una simple historia que ves y olvidas a los días. Sin duda Lorca le hubiera dado el visto bueno, porque es poesía para los sentidos.

Si la imagen y la música son algo fundamental en la narración, qué decir de los actores, que traspasan la pantalla con una sola mirada.

Inma Cuesta, para mí una de las grandes actrices españolas, esta ESPECTACULAR. Ella sostiene el pulso de esta narración con su arte. Por supuesto no se quedan detrás el resto de los actores como Axier Etxeandia y Alex García Fernandez, destacando sin duda a la madre del novio, la actriz Luisa Gavasa, que esta soberbia.

Es cierto que es una película lenta, sin mucha acción, pero os aseguro que está rodada con tanto gusto y con imágenes tan potentes que se os pasará volando el tiempo.

Muchas veces nos quejamos de la mala calidad del cine Español, pero cuando nos da estas obras de arte, sin duda debemos hablar de ellas, verlas y recomendarlas para que no se pierdan en el olvido. Por lo que ¡¡corred insensatos!! ¡¡Tenéis que ver La Novia!! ¡¡YA!!.




 
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