Mis parejas favoritas de series míticas de mi adolescencia

miércoles, 26 de octubre de 2016



Estoy un poco desconectada con esto del embarazo y como tengo también las hormonas medio locas, el otro día estuve pensando es mis parejas favoritas de series, al menos las de los últimos tiempos y a las que de una u otra manera vuelvo, porque en el fondo, soy una romántica empedernida.

Joey y Pacey (Dawson crece)

-Ahora es cuando todos me abucheáis-

Sí, yo sigo nadando a contracorriente, siendo de las pocas personas que fueron felices con el final de Dawson crece. Lo primero, porque para mí Dawson era un gilipollas, así, sin paños calientes, no le soportaba y lo segundo porque se hizo justicia a todos esos triángulos amorosos en los que el tercero en discordia, que trataba mejor a la chica, se quedaba comiéndose los mocos.

Y bueno, también porque el actor que hace de Pace me tenía y tiene loquita, lo cual también ayuda, para que engañar.

Kimi y Valle (Compañeros)

A ver, que no todo va a ser series extranjeras. Compañeros marco mi infancia y la de toda mi generación. Crecimos con esos chavales que, pese a tener casi 30 tacos, se hacían pasar por chavales de 14 años…WTF??  Y todos y todas sufrimos con Kimi y con Valle, sufrimos con sus discusiones, sus rupturas varias, y nos enamoramos con sus reconciliaciones.

¿Qué me decis de la película que hicieron luego? o.o

Kimi era el rompecorazones por excelencia, el chico malo que a todas en la adolescencia nos traía de cabeza  y con el que forrábamos nuestras carpetas  (¡¡ay, bendita juventud!!).

Monica y Chendler (Friends)

Para mi, sin duda, la mejor pareja televisiva, ellos demostraron que se podía formar una pareja en una serie y que funcionara sin tener que hacer que rompan y vuelvan again and again.

Porque, lo siento, a mi la historia de Ross y Rachel me aburría, y cuando se besó con Joey hice la hola, salte en el sofá y me alegre como una enana, porque para mi no había un Ross y Rachel, y que terminaran juntos o no, era algo que me daba exactamente igual.

Monica y Chandler eran perfectos, cada uno complementaba al otro, eran divertidos y nos brindaron la pedida de manos más emotiva y peligrosa de la historia (¡¡esas velas eran un peligro, por dios, habían dejado sin existencias al Ikea!!).

Dylan y Brenda (Sensación de vivir)

¡¡Oh sí!! ¡¡Sensación de vivir pequeños!! 

Esos sí que eran buenos tiempos, yo despreocupada en mi vida y ansiada con la caótica historia de amor entre el chico malo y la chica puritanilla.

Y no es por nada, pero Dylan era todo un rompecorazones, anda que no suspirábamos por el de jovencitas.



Buffy y Spike (Buffy cazavampiros)

Lo sé, todo el mundo escogería antes a Ángel, y no solo porque esta mil millones de veces más buenorro sino porque la relación de Buffy y Spike era totalmente disfuncional. Sacada del manual de relaciones amorosas de las que huir como si quemaran, pero, no sé, han brindado momentos tan buenos a lo largo de la serie, que es imposible no terminar cogiendo cariño a estos dos tarados. Por no hablar de que en el capítulo musical ese rarusco que termino siendo adictivo, la mejor parte corría a parte de esta pareja, sobretodo la canción de Spike pidiéndole que le deje descansar en paz (de mis momentos musicales favoritos).

Phoebe y Cole (Embrujadas)

Embrujadas es de las series que más me han enganchado y más he disfrutado. ¡¡Era adictiva!! Y pese a que me encantaba la relación de la Piper y Leo, una relación que con sus altos, sus bajos, sus rupturas y demás se sostuvo temporada tras temporada hasta el final, es la de Phoebe y Cole una de las que más disfrute, primero porque Cole era rematadamente sexy y tenía un humor negro que enganchaba y segundo porque Phoebe de las tres hermanadas o cuatro si tenemos en cuenta la última incorporación, era sin duda mi favorita. Además de que eso de que fueran polos opuestos, el un demonio, ella una bruja y esas cosillas, siempre le ponía más picante al asunto.

Sabrina y Harvey (Sabrina: cosas de brujas)

¡¡Me encantaba esta serie!! Y no sé si seré de las pocas que llegó a ver el último capítulo de la serie, ese que cerró el círculo e hizo justicia a esta pareja. 
Harvey, pobre Harvey, con todo lo que tuvo que pasar siendo novio de Sabrina y luego su amigo, era el chico perfecto, era atento, encantador, leal, aunque un poco bobalicon, pero si algo no se le podía negar es que pese a todo él quería a la joven bruja, y es que ya quedo demostrado en ese capítulo final, que él y solo él, era su alma gemela (aunque nos hicieron esperar hasta el último mento y yo ya pensaba que se casaba con el otro).

Carrie y Mr. Big

Da igual las parejas o amantes que tuviera Carrie temporada tras temporada, todas sabíamos que solo había un hombre para ella, Mr. Big, ese al que como un iman terminaba volviendo, esa piedra con la que tropezaba una y otra vez, y con el que nos encantaba verla tropezar.

Aunque debo reconocer que en ocasiones también le odié un poco, pero al final, estaban hechos el uno para el otro, sin ninguna duda.

Willow y Tara (Buffy Cazavampiros)

Para mí la pareja perfecta de la serie. 

Willow no dio tantas vueltas amorosas como su amiga Buffy, pero sí que supuso un giro de guion el enamorarla de otra mujer, arriesgado y desde mi punto de vista redondo, porque hacían una pareja maravillosa y, una vez que has visto a Willow con Tara ya no puedes pensar en verla con nadie más, aunque los guionista se cebaran con ella y terminaran dándonos uno de los finales de temporada más tristes y emotivos.

Por supuesto hay muchas más parejas que me encantan, pero de serie más modernas o que todavía están en emisión y quién sabe qué pasará con ellas, mirar como de un plumazo ha salido Derek de la vida de Meredith….Esto me recuerda que tengo que hacer una entrada con las parejas interrumpidas que más me han dolido en las series.

Venga, va, contadme cuales son vuestras parejas favoritas en series míticas que hayáis visto ¿coincidimos en alguna?
Un beso

Healer (Sanador)

miércoles, 5 de octubre de 2016




Sí, queridos amigos y amigas, me ha dado muy fuerte por el mundo Asiático, no lo puedo evitar, pero entre los doramas y netflix (¡¡viva Netflix!!!), mi vida últimamente es otra.

En este caso, os traigo otro drama, esta vez con denominación de origen Korea de Sur, País, desde mi punto de vista, con los mejores dramas y los mejores actores.

Si buscáis por internet la sinopsis que encontrareis es esta:

¿Cómo se relaciona un evento ocurrido hace 20 años atrás con tres personas que aparentan no tener nada en común? Kim Moon Ho (Yoo Ji Tae) es un popular reportero para un conglomerado mediático muy importante. Chae Young Shin (Park Min Young) trabaja como periodista para un diario en línea de segunda categoría dedicado a publicar noticias sensacionalistas de celebridades.

Seo Jung Hoo (Ji Chang Wook) es un misterioso mensajero conocido por el pseudónimo "Healer" (Sanador). Cuando estas tres personas se encuentren, se embarcarán en una insólita travesía para descubrir qué sucedió años atrás mientras un grupo de amigos operaba una radio emisora ilegal, e intentarán ayudar a la gente afectada por el evento.

La historia es un poco enrevesada al principio, la verdad. Por un lado tenemos a Seo Jung Hoo, que trabaja en una especie de red parecida a la de la serie Personal of Interest. Ya os digo que es un poco como un agente secreto que será contratado por Kim Moon Ho para investigar a Chae Young Shin.

Al principio logras intuir que hay una conexión entre el reportero Kim Moon Ho y la joven periodista Chae Young Shin, aunque, lo cierto es que mi cerebro me llevó por otro camino del que al final fue…. (no os diré más, tendréis que verla).

Nuestro espía/agente Seo Jung Hoo se quedará prendado de la joven periodista Chae Young Shin y poco a poco se irá involucrando en su vida para descubrir que conexión tiene con el reportero que le contrató y, con el mismo.

La serie tiene momentos muy divertidos entre Seo Jung Hoo y Chae Young Shin, sobretodo porque él se hace pasar por un joven aspirante a periodista, bastante patoso y bobalicón (nada que ver con su versión espía 5.0) que trabajará como becario con Chae Young Shin.

La historia avanza a buen ritmo mientras vas descubriendo como la vida de los tres protagonistas está conectada y cómo irremediablemente van a tener que embarcarse en una lucha por redescubrir su pasado, que les llevara por un camino que pondrá sus vidas en peligro.

El personaje de la joven periodista Chae Young Shin es encantador. Ella tiene un pasado muy duro que oculta bajo una sonrisa. Chae Young Shin es divertida, fuerte y decidida, a veces demasiado impulsiva, lo que la hace meterse en demasiados líos. Canta cuando tiene miedo o esta triste, salta, baila, y no le tiene miedo a casi nada. Sin duda es un gran personaje, del que quieres saber más y más.

El reportero Kim Moon Ho es un hombre taimado, con una sonrisa arrebatadora. Es inteligente y calculador, no tiene miedo a emprender una lucha por corregir los errores del pasado, aunque eso signifique enfrentarse a sus propios fantasmas y a algo más…. Al principio de la serie no queda muy claro en qué bando juega, pero os aseguro que el reportero Kim Moon Ho es mucho más de lo que se ve a simple vista (y también está bueno hasta decir basta, con esa sonrisa taaaan picarona que tiene).

Y por último tenemos a nuestro súper espía, Seo Jung Hoo, un personaje de 10. Él es inteligente, fuerte, divertido y tremendamente sexy (sobre todo cuando está en su versión de chico malo), pero a la vez es tremendamente tierno y bondadoso. 

La trama no decae en ningún momento, tiene unos diálogos frescos y rapidos, aderezados con las dosis justas de acción y romance. Además, puedo decir que de todos los doramas que he visto hasta ahora este el único que tiene un final que me ha parecido redondo, pese a que, inevitablemente, te quedes con ganas de más.

La química que tienen los protagonistas traspasa la pantalla y verles interactuar es un auténtico gustazo.

¿Os habéis animado con alguna serie Asiática?  Si es que no, yo os recomiendo esta serie para que os estrenéis y si es que sí ¡¡contad contad!!


 
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